Este mes de octubre hemos tenido un precioso retiro individual en Dunya.
Ya estamos preparando fechas para el próximo retiro grupal, así que ¡estad atentos!
Y os preguntaréis, un retiro, ¿en una ciudad como El Cairo?
Sí, es atrevido y por ello maravilloso.
Cairo es una ciudad llena de vida, muy caótica, con un tráfico desbordante y continuo ruido. Te lleva completamente fuera de tu zona de confort, te hace enfrentar a tu miedo, a tu ira, a tu necesidad de control que queda completamente fuera de juego en una realidad donde la única opción es adaptarse a las circunstancias en cada momento.
Las gentes de esta ciudad, nada más escapar del espacio puramente turístico, son extremadamente amables y generosas. Personas que Ven a los demás, a las que no necesitas pedir ayuda para que están a tu disposición, sólo notar que andas despistada están allí ofreciéndose. Incluso para cruzar estas calles, que hay que ser un poco intrépido, la verdad.
Como me comentaba una paciente esta mañana, una ciudad que pide mucho, y también da mucho.
Y, por último, el desierto. Ese paraje que tenemos a tocar con los dedos, con esa energía tan especial, y esa profundidad que nos ayuda a ahondar en nosotros mismos. Un cóctel espectacular.
Si vienes a hacer un retiro con nosotros no va a ser en un entorno de cartón piedra, almidonado y pensando para que puedas relajarte y tener esa sensación de haber desconectado. Aquí vas a conectar de verdad, a conectar contigo, con la luz y con la sombra. En contacto con una realidad salvaje y libre. Una experiencia real, directa, transformadora.
El yoga y la meditación como hilo conductor, como herramientas para saber estar en esta vida.
Si estás dispuesta, te esperamos.